Consiste en una inflamación del tejido que rodea los dientes por la acumulación de placa dental. Se da con más frecuencia en los perros pequeños y los de raza toy. Voy a explicar en qué consiste y, lo más importante, cómo podemos prevenirla.
¿Entonces, cómo se desarrolla la enfermedad periodontal? La enfermedad periodontal es la enfermedad más frecuente en perros y gatos.
Consiste en una inflamación del tejido que sujeta los dientes, es decir, de las encías, los ligamentos periodontales, cemento y hueso alveolar. Esta inflamación se produce cuando después de comer, las bacterias, la saliva y los restos de comida se acumulan en la línea de las encías formando la placa dental. La placa dental es una sustancia pegajosa, de aspecto blanquecino o amarillento que se pega a los dientes y a las encías y que tarda unas horas en formarse (24h). Esta placa con el tiempo se mineraliza y calcifica y terminará produciendo el sarro. El sarro ya tiene un color más oscuro o marrón, es duro y cuesta mucho más eliminarlo. Las bacterias de la placa dental eliminan toxinas y productos metabólicos y el sistema inmunológico reacciona liberando enzimas que afectan al tejido de las encías con lo que estas se inflaman. La inflamación de las encías hace que los dientes se separan aún más dejando más sitio para más acumulación de suciedad. Si no se trata, la inflamación de las encías será cada vez mayor hasta hacerse irreversible pudiendo incluso llegar a la pérdida del diente. Si el perro llega a tener sarro, este tiene que ser eliminado mediante una limpieza de boca realizada bajo anestesia general en un quirófano utilizando tanto ultrasonidos como utensilios manuales. El sarro suele empezar a aparecer a partir de los 2 o 3 años de edad. A partir de esa edad más del 80% de los perros y gatos tendrán en mayor o menor medida enfermedad periodontal. El sarro no es tan peligroso como la placa bacteriana.
Por tanto la enfermedad tendrá distintas etapas según va avanzando. La primera fase comienza como una gingivitis, que es provocada por la acumulación de la placa bacteriana o dental en la superficie del diente produciendo inflamación y enrojecimiento en el borde de la encía. Podemos ver sangrado cuando está con juguetes o le lavamos los dientes. Si el proceso avanza termina como una periodontitis. En estas fases iniciales, cuando tenemos gingivitis leve o inflamación de las encías, podemos poner un tratamiento curativo. Una vez que pasa de esta fase si no ponemos remedio la enfermedad avanza y la inflamación será mayor y el sarro aparecerá. Habrá una pérdida de unión sobre los dientes atacando al hueso alveolar y al ligamento periodontal apareciendo una periodontitis pudiendo perder piezas. Ya no podremos volver al estado original de la boca aunque si podemos mejorar la enfermedad. Los perros pueden tener dificultades para comer. Podemos encontrarnos con dos presentaciones. En una la encía se va retrayendo pudiendo dejar a la vista la raíz del diente lo que nos resulta fácil de ver. En otros casos la encía permanece a la misma altura pero se crea una bolsa o saco periodontal hacia la raíz del diente que no podemos apreciar a simple vista y que tendremos que diagnosticar bajo anestesia general.
La parte más grande e importante del diente es la que no vemos, la que está bajo las encías, que son dos tercios del diente. Hay que tener en cuenta que lo realmente dañino es la placa dental, más que el sarro. El sarro tenemos que eliminarlo para que podamos limpiar bien los dientes y no favorezca la aparición de más placa. No siempre hay correlación entre la cantidad de sarro presente y el grado de afectación o de infección. Pero es la placa bacteriana la responsable de la enfermedad ya que es capaz de ir penetrando bajo la capa subgingival. La ventaja es que se elimina con el cepillado y por tanto si fuéramos constantes podríamos fácilmente prevenir la enfermedad mediante el cepillado diario.
Es una enfermedad silenciosa ya que no solemos ver los dientes de nuestro perro. Los perros aparte de no poder hablar son bastante sufridos y muchas veces esconden las señales que muestran dolor. Los gatos más aún ya que en la naturaleza eso podría ser una señal de debilidad y podría ser aprovechado por algún depredador. El dueño no se suele dar cuenta hasta que aparecen síntomas ya muy evidentes y en el que nuestro perro ya tiene un dolor crónico importante en la boca. Es por tanto una enfermedad silenciosa que se diagnostica menos de lo que se debería mucho más tarde de lo deseable.
¿Qué Síntomas veríamos?
Los sintomas de la enfermedad periodontal:
- Lo primero que aparecerá es el sangrado. Lo podemos observar al lavarle los dientes, cuando está con algún juguete, comiendo…
- Los siguientes signos clínicos de gingivitis es el enrojecimiento de la encía, seguido de inflamación y halitosis. En casos más avanzados vemos una gran acumulación de sarro e incluso dientes que se mueven o pérdida de piezas.
Ya en el veterinario lo primero que tenemos que hacer es ver si tenemos síntomas de dolor aunque hay que tener en cuenta que aunque nuestra mascota lo tenga seguramente seguirá haciendo las mismas cosas. Los cambios pueden pasar desapercibidos, podemos notar o no cambios en el comportamiento. No es fácil notar que nuestra mascota come por un solo lado de la boca, o que ya no le gusta beber el agua tan fría, que le cuesta morder alimentos duros o que no le gusta que le acariciemos cerca de la boca. Así que primero intentamos ver síntomas de dolor, luego haremos una exploración de la boca para ver si ha dientes rotos, sangrado, tipo de oclusión y demás. Pero realmente hasta que no dormimos al animal no podemos ver bien el alcance de su lesión. Una vez dormido, bajo una anestesia general en la que el animal este intubado haremos la limpieza de boca. En la limpieza lo que se hace es limpiar el sarro y pulir la superficie del diente de la zona visible o zona supragingival. También hay que sanear la parte subgingival, la que está bajo la encía, la zona de la bolsa periodontal que es el proceso más importante para sanear bien el diente. Igual necesitaremos hacer radiografías intraorales para valorar la enfermedad y ver que necesitamos hacer. En esta fase podemos encontrar lesiones que no habíamos apreciado hasta este momento.
Tratamiento
Como ya he comentado el tratamiento se hará tras un buen diagnóstico una vez que tengamos al perro anestesiado sobre la mesa de quirófano ayudándonos de los distintos instrumento, radiografías intraorales incluidas. Haremos una buena limpieza de boca, quitando el sarro, puliendo la corona y haciendo una buena limpieza subgingival y si es necesario haremos extracciones dentales y cirugía periodontal.
Tras el tratamiento a veces encontramos mejoras espectaculares, sobre todo en esos perros que tenían dolor pero no éramos conscientes de ello. De repente notamos que nuestro perro rejuvenece, que vuelve a estar juguetón y a querer comer más.
Un perro sin dientes está más cómodo que con unos dientes en mal estado. Estará más contento, le hemos quitado el dolor. Además hemos quitado una fuente de infección. Comerá mucho mejor. Suele ser la gran preocupación de los dueños sin darse cuenta que lo realmente duro es vivir con un dolor crónico. Mejor sin dientes en la boca que con un gran dolor en la boca. Tenemos que tener en cuenta que los perros en general necesitan masticar poco la comida.
Puede ser necesario en algunos casos el apoyo de antibióticos. Los antibióticos son mucho menos efectivos cuando los microorganismos que queremos combatir se encuentran dentro de la placa dental. Por ello debemos primero eliminar esta placa. También les será más difícil actuar a los antisépticos
Prevención
Lo más importante para no tener que tratar esta enfermedad es prevenirla, para ello lo mejor es el cepillado diario. Es algo que a los veterinarios se nos olvida explicar pero es fundamental.
En los perros de raza pequeña es más fácil que padezcan esta enfermedad y además suelen ser más complicados de manejar a la hora de limpiarles los dientes. Debemos revisarles cada seis meses o de forma anual.
- El cepillado es el método que más placa bacteriana elimina. Es muy importante que aprendamos a hacérselo a nuestra mascota y que lo hagamos todos los días. Más adelante explicare como hacerlo. Además de la limpieza diaria, que repito que es la base del control de la placa bacteriana, tenemos otra serie de herramientas que complementan esta limpieza y nos ayuda a mantener la placa bajo control. Algunos de estos productos son:
- Los stick dentales son un muy buen complemento al cepillado ya que llega a zonas donde nos cuesta llegar con el cepillo. No debemos dar más de uno al día y no se deben partir o trocear con lo que tenemos que comprar el adecuado a su tamaño.
- La dieta tiene gran influencia. El pienso seco puede hacer que se acumule menos alimento y placa bacteriana en algunas zonas de la boca. Las dietas más abrasivas nos ayudan. De forma más específica tenemos piensos con pirofosfatos que hacen de quelantes del calcio que forma el sarro.
- También hay algas que se ponen encima de la comida para que, mediante un efecto químico, retrase la aparición del sarro.
- Juguetes de caucho, nylon o de cuero diseñados para el cuidado de los dientes y arrastrar sarro y suciedad.
- Colutorios en el agua de beber que combaten la placa bacteriana y que suelen llevar clorhexidina en su composición.
- Sprays con clorhexidina para el mal aliento pero teniendo en cuenta que si no tratamos la causa enmascaramos el problema.
¿Cómo Limpiar los Dientes de mi Perro?
Como hemos dicho limpiar a diario los dientes es la forma más eficaz e importante de prevenir la placa dental y por tanto la enfermedad periodontal. Debía ser una de las cuestiones a la que los veterinarios tendríamos que dedicar más tiempo para dejar claro y mentalizar al propietario de un cachorro en cuanto entre por la puerta de la clínica, educar al dueño de la importancia y de cómo hacerlo.
Lo primero es que tiene que ser un perro que se deje manejar. Si es un perro agresivo que puede ponernos en peligro lo dejaremos. También tenemos que pensar que si el animal tiene dolor no se va a dejar así que en esos casos es mejor tratar antes y después hacer un buen mantenimiento de la boca con el cepillado.
Tenemos distintos tipos de cepillo, el de dedo (sería como la parte de un guante que corresponde a un dedo y allí metemos el nuestro) o el de mango. Podemos elegir el que nos resulte más cómodo aunque los de nylon suave es una buena opción. Tener en cuenta el tamaño de los dientes de vuestra mascota respecto al cepillo. Para empezar podemos utilizar una gasa que es una forma fácil de ir probando. Hay que ir poco a poco acostumbrándole, para que no se asuste y tolere el cepillado. No nos asustemos si al principio le sangran un poco las encías, se le ira pasando según pasen los días. Hay pastas de dientes para perros de distintos sabores. No debemos utilizar pasta de dientes para personas ya que el sabor no le gustara y además tienen flúor y blanqueantes. Los perros se tragan la pasta de dientes, no la escupen como nosotros así que podría resultarles tóxica y provocar vómitos y diarreas. Las pastas de dientes suelen contener clorhexidina que han demostrado una buena eficacia (Ej. stomodine)
Empezar esta rutina cuando ya tenga los dientes definitivos (5 meses aproximadamente) aunque se puede hacer antes para ir acostumbrándole desde el principio.
Primero le acostumbramos al sabor de la pasta de dientes. Después le acostumbramos a que se deje tocarle la boca por fuera, luego le vamos levantando las encías, hasta que se deje introducir los dedos en la boca. Repetir cada paso una vez al día hasta que se acostumbre y poder ir pasando al paso siguiente, no antes. No empezar abriendo la boca del animal, con eso sólo conseguiremos su rechazo. Más vale limpiar solo los dientes por los laterales que nada.
Empezamos cepillado parte de adelante después cepillado del colmillo y por último cepillado de la parte de atrás. Cepillar suavemente ambos lados haciendo círculos sobre la línea de las encías para que de este modo el cepillo penetre en el surco gingival. Los últimos molares es donde más sarro se acumula. No necesitamos abrir la boca entera mientras se cepilla los molares, así estarán más cómodos. Deberemos cambiar los cepillos a menudo, según se vayan desgastando. El desgaste será más rápido que con las personas ya que el perro tiende a morderlos. Después de cada lavado tenemos que limpiar el cepillo.
Debemos que ser muy cariñosos durante el proceso y darles un premio al terminar para que lo asocien a un buen momento. Aprovecharemos esta rutina para comprobar el estado de la boca, si hay algún bulto, cuerpo extraño, dientes rotos demás.
Todo esto sería igual en gatos si somos capaces de manejarlo.
Consecuencias de la enfermedad periodontal a nivel local
- Fístula nasal-oral o FON. Se produce una comunicación entre la cavidad nasal y la oral por enfermedad periodontal en algún maxilar
- Fracturas en la mandíbula por debilitamiento del hueso
- Inflamación cerca del ojo, en la órbita ocular, pudiendo incluso producir ceguera.
- Aumento de casos de cáncer oral por el estado inflamatorio crónico.
- Lesión perio-endo de clase II
- Osteomielitis oral crónica.
Consecuencias de la enfermedad periodontoal a nivel general
Estas infecciones de la boca pueden viajar por el torrente sanguíneo a riñones, hígado, corazón y cerebro. Una de las complicaciones más graves seria la endocarditis bacteriana en la que la infección de la boca viaja por el torrente sanguíneo a las válvulas del corazón afectando a su funcionamiento causando una insuficiencia cardiaca crónica e incluso la muerte. El riesgo de endocarditis es unas seis veces mayor en los perros con enfermedad periodontal que en los que no la padecen. Aumenta también el número de enfermedades respiratorias crónicas. También puede haber una glomerulonefritis en los riñones. Los últimos estudias relacionan también una mayor incidencia de diabetes en paciente con enfermedad periodontal. Y hay una mayor mortalidad temprana en estos pacientes.
Preguntas Relacionadas
¿Qué otros problemas pueden tener en la boca?
Como ya hemos comentado la enfermedad periodontal es el problema más frecuente que nos encontraremos en la boca de nuestros perros o gatos. Pero además de este problema podemos ver otras patologías.
Por ejemplo, y relacionada con la enfermedad periodontal ya que favorece su aparición, podemos encontrarnos sobre todo en razas pequeñas tipo el yorkshire un perro que no ha perdido todos sus dientes de leche. En estos caso debemos extraer con mucho cuidado estos dientes de leche para no se rompan ni dañar el diente definitivo. Si no lo quitamos se pueden amontonar los dientes además de perjudicar al nuevo que sale.
También tendremos problemas de maloclusión
Fracturas de dientes, que son una fuente de infección y producen mucho dolor. Se deben extraer o hacer endodoncia. Un cambio de color en el diente normalmente se debe a golpes y suelen provocar la muerte del diente.
Pueden tener caries aunque es menos frecuente que en personas.
Ver si hay úlceras que puede requerir la extracción de piezas.
Se puede hacer incluso ortodoncias para problemas funcionales.
¿Cómo es la dentadura de un perro?
Los perros al igual que nosotros son difiodontos, o lo que es lo mismo, tienen dientes de leche y dientes definitivos o permanentes. Tienen 28 dientes de leche y 42 dientes definitivos.
Cuando nacen lo hacen como los bebés, desdentados. Los dientes empiezan a salir hacia el mes. Al principio estos dientes son como alfileres.
El cambio de dientes de leche o primarios a dientes definitivos o secundarios se inicia sobre los 4 meses de edad aunque puede variar de un perro a otro y dependiendo de la raza. Termina sobre los 8 meses. Durante este proceso los perros pueden estar incómodos y tener algo de dolor así que morderán todo lo que encuentren.
Es una dentadura típica de carnívoro, con grandes colmillos para poder cazar y desgarrar a su presa. Consta de incisivos, caninos, premolares y molares.