Hoy voy a hablaros de una raza maravillosa, los labradores. Originaria de Canadá es una raza simpática, cariñosa, fuerte, bondadosa, leal e inteligente. Antes de comprar un labrador tenemos que tener muy claro que es una raza que requiere hacer mucho ejercicio y que le enseñemos cuanto antes una obediencia básica si queremos que no nos destroce la casa. Si cumplimos esto, es de las mejores razas para una familia. Son muy juguetones y se llevan bien con los niños. Cuando son cachorros es como tener un niño hiperactivo en casa, tienes que tenerle entretenido y ocupado para que no se aburra y lo rompa todo.
Características
El labrador es un perro de talla media, con una altura entre 57 a 63 cm y un peso de 29 a 36 Kg los machos y de 55 a 60 cm y entre 25 y 32 Kg las hembras. Tiene un cráneo ancho, con un hocico ancho y alargado, fuerte mandíbula, con una expresión amable con mirada inteligente y suaves orejeras. Su cuerpo es poderoso y bien musculado, pecho amplio, espalda recta y termina en una cola gruesa, de longitud media que se estrecha en la punta. Pelo corto y denso, con una capa interna más suave y otra eterna más dura. Existen tres colores aceptados para la raza que son el amarillo, el negro y el color hígado o chocolate.
Viven alrededor de los 10-12 años. Algunos pueden vivir un par de años más pero otros ni siquiera llegan.
Tienen una gran capacidad de trabajo, un gran sentido del olfato, son fuertes y les encanta el agua.
Comprar un Perro Labrador
Antes de comprar un perro labrador habla con distintos criadores, cuéntales que tipo de perro quieres, averigua cuanto tiempo llevan criando y que opiniones de ellos hay. Hay dos líneas de labradores, la de perro de trabajo y la de belleza y compañía. Es muy típico que un vecino tenga una camada de su perra que ha cruzado con no se qué otro perro del vecindario. Cuidado con eso, un criador profesional nos dará más garantía, tendrá en cuenta tener camadas de un carácter equilibrado, con progenitores lo más sanos posibles y sin enfermedades hereditarias. Recordemos que son perros de gran tamaño y por tanto un buen carácter es importante. Los padres deben ser perros amistosos y tranquilos. Si podemos conocer a los padres mucho mejor, ver realmente su temperamento.
Preguntemos al criador si sus perros están libres de enfermedades hereditarias típicas de los labradores como la atrofia progresiva de la retina, la displasia de cadera o la displasia de codo. Eso nos evitara disgustos futuros. Pediremos por tanto certificados de salud de cadera y codo de ambos progenitores que demuestren que están libres de displasia. Esto no asegura cien por cien que nuestro perro no la vaya a padecer pero reduce la probabilidad. También un certificado de que no padecen atrofia progresiva de la retina
Como ya hemos comentado las enfermedades hereditarias más típicas de la raza son la displasia tanto de cadera como de codo. Pero también son propensos a tener problemas en la rodilla como luxación de la rótula o rotura del ligamento cruzado. La vista también puede ser un problema ya que además de poder sufrir atrofia progresiva de la retina también pueden tener cataratas, distrofia corneal y displasia de retina. En menor medida pueden sufrir miopatía hereditaria, colapso por ejercicio o epilepsia.
Cómo criar un Perro Labrador
Llévalo al veterinario para que te informe de las vacunas, desparasitaciones y cuidados básicos
Establezca límites tan pronto como llegue su cachorro labrador a casa. Lo que no quieras que haga en el futuro déjaselo claro desde el primer momento. Esta raza es excesivamente juguetona y curiosa. El labrador madura lentamente, permaneciendo como un adolescente enérgico durante varios años (hasta los 3, 4 años)
Si no tienes experiencia con perros es recomendable apoyarse en un adiestrador cuanto antes.
Saca al perro a hacer ejercicio tan a menudo como sea posible, pero al menos dos veces al día durante 30 minutos cada vez. Los labradores son perros muy enérgicos y necesitan quemar ese exceso de energía. Se pueden evitar muchos problemas de conducta simplemente haciendo ejercicio adecuado. No sirve con dar una simple vuelta a la manzana para que haga pis o caca. Tiene que correr, recoger la pelota que le tiremos,… Algunos tienen cuellos como toros y apenas notan tirones en la correa así que un buen entrenamiento nos hará los paseos más agradables.
Habrá que hacer un entrenamiento de obediencia básica como sentarse, quedarse quieto, no, vamos, tumbarse y venir a la orden. Esto garantiza que puedas controlar tu labrador en cualquier situación simplemente con tu voz.
Acostumbrar a tu perro a unas pequeñas clases de duración determinada le ayuda a concentrase más en las indicaciones. Antes de empezar podemos dejar que se desfogue y luego entrenarlo 10-15 minutos al día.
Usar refuerzo positivo para el buen comportamiento. A los labradores les encanta complacer a sus dueños y por eso harán todo lo posible para agradarle. Cuando haga algo bien debemos elogiarle, acariciarle y recompensarle. Debemos ignorar su mal comportamiento ya que son muy sensibles a los castigos y no funcionan bien en su educación. No dedicarle atención es suficiente castigo para él.
Cuanto más saquemos a nuestro cachorro y le expongamos a situaciones nuevas mejor. Una buena socialización es importante. Llévale al parque para que este con otros perros, móntale en el coche para que se vaya acostumbrando, deja que los niños le acaricien mientras él está sentado pacientemente, que aprenda a no saltar sobre la gente, que este con personas que no sean de la familia…..
Debemos enseñarle que conductas puede tener en cada espacio. Así puede saber que en el parque puede correr mientras que en casa debe estar tranquilo, o en que zonas puede entrar y en cuales no, donde puede hacer caca…
Es importante que tengan juguetes para canalizar toda esta energía. Coloque varios juguetes para morder por la casa y en la jaula del cachorro, y oculte o retire los artículos que no deberían ser accesibles para él, como alfombras , cables eléctricos, plantas, juguetes de los niños, calcetines….
Alimente a su cachorro labrador con una comida de alta calidad para cachorros de raza grande durante el primer año de su vida. Después de eso, pregúntele a su veterinario acerca de cambiarlo a un alimento para adultos para asegurar un crecimiento sano de los huesos.
Cepilla a tu labrador al menos una vez a la semana. Le encantará y te quitarás el pelo suelto. Aproximadamente dos veces al año (primavera y otoño) arrojará mucho durante aproximadamente tres semanas. Cepillarlo diariamente durante ese tiempo. Tienen una piel delicada pudiendo sufrir infecciones frecuentes y un buen mantenimiento evitara problemas.
Baña a tu cachorro cuando esté sucio, una vez tenga sus vacunas puestas, pero usa un champú suave para perros y asegúrate de enjuagarlo bien. El ph de la piel del perro es distinto al nuestro. Pueden tener una piel sensible y el baño recuente con un champú inapropiado puede irritarla.
Los labradores son particularmente propensos a ganar demasiado peso. Les encanta comer y siempre tienen hambre. Cuanto menos ejercicio haga menos comida le daremos. La obesidad además les perjudica en sus problemas de displasia y articulaciones. Si además ha sido castrado engordará aún más. Existen piensos adecuados para estos casos.
Carácter del Perro Labrador
La mayoría de los labradores son muy simpáticos y cariñosos con todo el mundo. Son muy sociables característica que ha hecho de ellos la raza más popular. No sirven como perro de guarda y defensa. Si entran a robar en tu casa estando el perro como mucho ladrara pero poco más.
Son fáciles de entrenar y les gusta trabajar.
Es un excelente perro de la familia si se le proporciona un ejercicio intenso y vigoroso. Es amable y con buen carácter siendo un perro ideal para niños. Demasiado confinamiento y no hacer suficiente ejercicio pueden hacer que se aburra y lo muerda y destroce todo. Proporcionarle varios juguetes es una buena idea. También les encanta el agua, nadar es un excelente ejercicio para ellos.
No son hiperactivos porque son perfectamente capaces de concentrarse y aprender lo que les enseñes, pero necesitan estar estimulados y entretenidos.
A lo largo del tiempo me ha llegado mucha gente que regalaba su perro de raza labrador de más o menos un año de edad bajo cualquier pretexto. La razón real suele ser que les ha destrozado media casa y ya no pueden más. Es una pena porque con un buen manejo son perros estupendos. Yo misma me ha quedado alguno de esos perros y han sido compañeros maravillosos.
Tenemos que hacer una buena socialización y así tendremos un perro que se lleva bien no solo con las personas si no también con otros perros. No son peleones, les encanta jugar con otros aunque esto puede asustar a algunos perros.
Es importante educarles desde cachorros ya que tienden a demandar demasiada atención. En estos casos nos daremos la vuelta y le ignoraremos evitando así la excesiva búsqueda de atención y problemas de ansiedad por separación.
Son ideales para personas que llevan una vida activa. Si va a llevar una vida sedentaria tal vez no sea la mejor elección.
Su gran capacidad de trabajo y facilidad para aprender ha hecho que se utilices en múltiples tareas como la caza, perros de rescate, de asistencia, para la policía y ejército, como perros de terapia e incluso para detectar cáncer o bajadas de insulina.
Algunos pueden ser cabezotas y obstinados .
Cómo Elegir Cachorro Labrador
Lo primero que tenemos que tener claro antes de elegir un cachorro es saber qué tipo de perro queremos. Un buen criador nos puede ayudar mucho en esta labor. Debemos explicarle bien cuales son nuestras expectativas y estilo de familia y de vida.
Cuando visitemos la camada los cachorros deben estar alegres, contentos, jugando, yendo y viniendo.
Si lo que queremos es un perro muy activo, con mucha energía y dominante entonces elegiremos en cachorro que antes se acerque hacia nosotros y que no pare, que se resista cuando le pongamos sobre su espalda o en alguna otra situación que le incomode. Este será bueno como perro de trabajo. Pero si lo que buscamos en un perro para familia será mejor un cachorro más tranquilo y sereno y menos dominante, pero que tampoco sea tímido para que tenga un carácter equilibrado. Lo perros demasiado tímidos y miedosos pueden causar problemas en el futuro debido a su temor. Es importante ver a los padres y su carácter. Esto nos da una idea de cómo puede ser nuestro cachorro. No todo dependerá de la genética, una buena educación es muy importante.
También debemos elegir entre macho o hembra. Los machos suelen ser más dominantes y pueden pelearse más con otros machos. Es más fácil que se escapen y marcan el territorio. Las hembras son más hogareñas y protectoras pero tenemos que plantearnos su esterilización si no queremos que críen y que tengan el celo cada 6 meses.
Por ultimo elegiremos el color, que es algo totalmente personal y que va con las preferencias de cada uno.